sábado, 24 de abril de 2010

LA PALTA... sin palabras...!

La palta es una planta milenaria cuyo origen se reconoce en América Central y México, país éste último que le dio el nombre de aguacate (voz derivada de la palabra nativa aocatl ó ahuacatl, que significa testículo).

Es, sin embargo, un fruto femenino (bien sugiere el Dr. Sapetti que tiene una forma uterina), de textura suave y sabor delicado. Los conquistadores españoles lo llevaron a Europa y le propagaron fama de estimulante y afrodisíaco.

Científicamente es la Persea Gratíssima ó Americana, planta dicotiledónea del Orden de las Ranales y de la familia de las Laureáceas.

Actualmente es un cultivo en expansión ya que su fruto ha demostrado poseer valiosísimas propiedades alimenticias, destacándose su alta concentración de proteínas y aceites insaturados y la ausencia de colesterol. Geográficamente la expansión comprende numerosos países tropicales del mundo, dónde se destacan diferentes variedades de frutos, a su vez obtenidos de 3 diferentes razas de palta, como la Mexicana, la Guatemalteca y la Antillana.

La composición química de todas ellas es similar como así también su biodisponibilidad nutricional y es aquí donde se destaca este vegetal, con relación a todo lo conocido, ya que su fácil preparación y su estado natural sin necesidad de cocción hacen que permanezcan intactas todas las concentraciones de vitaminas , minerales y nutrientes que posee.


Cada porción de palta equivale en calorías a 50 gramos de pan, a un plato de fideos, a un plato de ensalada de tomate y zanahoria con aceite, o a un huevo relleno, pero en ninguno de los ejemplos mencionados se alcanza el valor bioenergético de éste vegetal, especialmente en lo que se refiere a las proteínas, las vitaminas y los minerales.

Asimismo, todo el aceite que contiene la palta es perfectamente asimilable, no contiene colesterol y por el contrario, la ingestión regular de palta favorece el balance positivo entre el llamado "colesterol bueno" (HDL) y el llamado "colesterol malo" (LDL). Este hecho se ve reforzado notablemente por el alto contenido de potasio y el bajo contenido de sodio de la palta, como así también por su contenido de ácido ascórbico, cobre, manganeso, magnesio, hierro y también calcio. La palta contiene todas las vitaminas liposolubles en cantidades muy significativas respecto de los requerimientos diarios de las mismas, lo cuál la transforma en un alimento de altísimo valor biológico. Esto representa un hecho trascendente desde el punto de vista nutricional ya que en general, los alimentos que poseen una proporción de vitaminas y minerales equivalentes, tienen colesterol en su composición. Lo mismo ocurre cuando se balancea cantidad y calidad de unas vitaminas y minerales en detrimento de otros, al preparar una dieta, el colesterol y los ácidos grasos saturados están siempre presentes.


Consumiendo apenas 100 gramos de palta diarios, se obtienen prácticamente el 20% de todas las necesidades de minerales y proteínas, aunque en algunos casos como el de la vitamina D, ese requerimiento es cubierto en un 100%.

Para ejemplificar mejor el valor de la palta comparemos su composición con la del aceite de oliva (recomendado para los problemas cardiovasculares e hipercolesterolemias y dislipemias en general); mientras que 100 gramos de aceite de oliva contienen 14 gramos de ácidos grasos saturados, 72 gramos de ácidos grasos monoinsaturados y 9 gramos de ácidos grasos polinsaturados, la palta tiene 10, 78 y 10 gramos respectivamente, lo que la coloca en mejor posición que aquel ya que además tiene valores nutritivos que ni el aceite de oliva ni la propia aceituna poseen


En resumen de lo expuesto podemos afirmar que la palta no sólo carece de colesterol, sino que su consumo regular favorece el descenso del mismo y aporta minerales, vitaminas y calorías suficientes como para constituirse en un alimento de elección en la composición de una dieta natural.


Realmente la palta ha sido dotada de una composición química notable y de ello están dando cuenta numerosos países del mundo que comienzan a adoptarla en sus programas de alimentación.



Hasta cosméticos producen con palta y vino

Es posible sacarle partido a la fruta y a sus desechos con la elaboración de innovadores productos.


En plena época del boom de las plantaciones de paltos muchos se preguntaron qué se iba a hacer con tamaña producción si llegaban a fallar los mercados compradores. Las respuestas han sido variadas. Las paltas tienen muchas más aplicaciones que acompañar a una deliciosa marraqueta o un italiano.

Primero fue la elaboración de aceite de palta –que reduce e inhibe la absorción de colesterol– y ahora ya son varios productos que van desde cremas, aceites o píldoras. Lo mismo ha pasado con el vino muy usado por estos días para sesiones en Spa, como exfoliante usando la pepita de uva o como cremas antiarrugas.

Así, detrás de la producción de frutas, verduras o hierbas han surgido nuevos y más elaborados productos, muchos de los cuales cuentan con investigaciones que demuestran sus distintas propiedades.

"Los negocios agrícolas suelen 'comoditizarse', los precios se vuelven más estrechos y para estabilizarse hay que producir grandes volúmenes. Todos estos nuevos proyectos van en el espíritu de diversificar los negocios, dándoles un valor agregado y hay desde nuevos alimentos, hasta cosméticos y plantas medicinales. Esto no sólo se da en Chile, sino también en el mundo y es que los productos naturales son muy valorados por los consumidores", explica Juan Carlos Galaz, supervisor de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).

La lista es larga. A continuación algunos ejemplos que pueden ayudar a quienes buscan desarrollar nuevos emprendimientos.


Jabones de leche de cabra

Con un producto totalmente natural, los jabones a base de leche de cabra, comercializados por "Azares del Huerto", son ideales para la piel sensible, seca, e incluso dañada por soriasis. Con una producción mensual de 5.000 jabones, ahora también están desarrollando cremas.

"Teníamos cabras y queríamos hacer quesos, pero eso quedó en nada. Entonces, nos metimos en una capacitación del Fosis e Indap para hacer jabones y se nos ocurrió ponerles esta leche. Sus resultados fueron muy buenos. Tuvimos muy buena aceptación en la Expo Mundo Rural", señala Mercedes Gómez, encargada de la empresa.

Cremas de propóleo y miel

La Central Apícola de Temuco comercializa una línea de cremas antiarrugas, humectantes y jabones a base de propóleo, miel y otros componentes. La idea fue respaldada por la FIA y ganó un premio a la innovación agraria, lo que les permitió asistir a una capacitación en Cuba.

"Al principio vendíamos sólo miel, pero luego nos dimos cuenta de que el propóleo, que hasta entonces sólo era un desecho, podía servir por sus propiedades. Hasta que empezamos a desarrollarlo de manera industrial. Esto estuvo a cargo de la Universidad de la Frontera. Los productos son buenos para curar alergias por sus contenidos analgésicos", señala el apicultor Christian San Martín.

Los múltiples usos del vino

Aprovechando sus propiedades antioxidantes, la tienda Almacruz, comenzó a elaborar chocolates artesanales rellenos con su vino Chamán de la Viña Santa Cruz, además de jaleas y mermeladas.

También el vino se está utilizando en Spa. Por ejemplo, en el complejo de descanso Tabonko venden cremas antiarrugas y exfoliantes a base de vino, pepita de uva y aceites esenciales. También ofrecen vinoterapia que consiste en usar el vino como agente medicinal.

Cremas de hierbas mapuches

Meli Liwen es una empresa de mujeres mapuches que producen cremas a base de ruda, que cura la alergia e irritación; de ortiga, que estimula la circulación; de siete hierbas, que es humectante para todas las pieles; de caléndula, que es ideal para niños, y de matico, que ayuda a la cicatrización. De esta forma, pudieron darle un uso comercial a sus hierbas medicinales.

"El proyecto, que duró casi tres años, fue respaldado por FIA y las mujeres aprendieron a mejorar su cultivo, entre otras cosas ", dice Carolina Palacios, gerente de la empresa.

Jabones y aceite de palta

Cuando la familia de Janett Omenga compró un fundo en el Monte, se dieron cuenta de que habían demasiados paltos.

"Empecé a estudiar las propiedades de este producto. Luego fuimos a México y contactamos a un productor de aceite de palta", señala Jannet, ingeniero químico de profesión.

Así comenzaron a producir aceite de palta y de otros componentes para preparaciones gourmet. Luego siguieron con aceites esenciales, además de jabones, exfoliantes, cremas y píldoras de paltas que nutren el organismo y ayudan al sistema digestivo. Al ver el éxito que consiguieron, continuaron desarrollando productos naturales como cremas y aceites con ingredients desde caracol hasta frutos secos.